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Paul Preciado (nacido Beatriz Preciado,1 Burgos, 1970) es un filósofo feminista. Se destaca por ser uno de los principales referentes en España de la Teoría Queer y la filosofía del género. Ha sido discípulo de Ágnes Heller y Jacques Derrida. Se doctoró en Teoría de la Arquitectura en la Universidad de Princeton, donde obtuvo premio extraordinario fin de carrera y donde fue investigador bajo la dirección de Beatriz Colomina. Recibió aparte la beca Fullbright. Obtuvo un máster de Filosofía Contemporánea y Teoría de Género en la New School for Social Research de Nueva York. Fue alumno de Ágnes Heller y Jacques Derrida. Marcha en 1999 a París gracias a una invitación de Derrida para participar en los seminarios de L'École des Hautes Etudes en Sciences Sociales. En esos años destacó por su colaboración en los inicios de la Teoría Queer en Francia, concretamente con un grupo de escritores liderado por Guillaume Dustan y conocido como "Le Rayon Gay".
Ha colaborado con el MACBA en la organización de los seminarios Pornografía, pospornografía: estéticas y políticas de representación sexual (junio de 2003) e Identidades minoritarias y sus representaciones críticas (febrero-noviembre de 2004) Actualmente es director del Programa "Somateca: feminismos, producción biopolítica, prácticas queer y trans" en el Centro de Estudios Avanzados del Museo Nacional Reina Sofía. También del Centro de Estudios del Museo de Arte Contemporáneo de Barcelona. Es profesor de la cátedra Historia Política del cuerpo y teoría del género en el Departamento de Estudios de la Danza en la Universidad París VIII. Autor de numerosos artículos publicados en las revistas Multitudes, Eseté o Artecontexto, entre otras.
En su primer libro, Manifiesto Contra-sexual (2002), inspirado por las tesis de Michel Foucault, reflexiona sobre los modos de subjetivación e identidad, así como sobre la construcción social y política del sexo, tomando parte -a raíz de ello- en distintos foros internacionales. Será traducido a varios idiomas, siendo hoy una referencia indispensable en la teoría queer.
A Manifiesto Contra-sexual le seguirá en 2008: Testo Yonqui2 (publicado por España en la edición en castellano), donde hace un recorrido y análisis de lo que denomina régimen farmacopornográfico, es decir, el capitalismo en el que las industrias farmacéuticas y de la pornografía juegan un papel crucial. Denomina, por tanto, al actual sistema capitalista: capitalismo farmacopornográfico. Los capítulos dedicados a este análisis se complementan con aquellos en los que, de forma autobiográfica, Preciado describe el proceso de auto-administración de testosterona. En palabras del propio autor: Este libro no es una autoficción. Se trata de un protocolo de intoxicación voluntaria a base de testosterona sintética que concierte el cuerpo y los afectos de B.P. Es un ensayo corporal.3
En abril de 2010 queda finalista del Premio Anagrama de Ensayo en su XXXVIII edición4 con el libro Pornotopía. Arquitectura y sexualidad en «Playboy» durante la guerra fría. El jurado del premio estaba compuesto por Salvador Clotas, Román Gubern, Xavier Rubert de Ventós, Fernando Savater, Vicente Verdú y el editor Jorge Herralde.
Dirige el proyecto de investigación y producción artística: Technologías del Género e impulsa las iniciativas teóricas y políticas drag king, pospornográfico y transgénero.
Con motivo de la polémica sobre la exposición «La Bèstia i el Sobirà» fue cesado del MACBA5 .
Obras
Manifiesto Contra-sexual (2002).
Se publicó por primera vez en Francia, en la colección de Guillaume Dustan (2000). Preciado participa con él en el debate en torno a las políticas feministas, queer y transgénero. En su libro se mezcla el feminismo, la filosofía pos-estructural, un cómic manga, acción política y ciencia ficción.
Testo Yonqui (2008).
Analiza el modo en que las estructuras políticas y de poder determinan (con frecuente violencia) la experiencia de la propia persona, la vivencia de nuestro cuerpo y, en consecuencia, el papel social que desempeñamos. El modelo capitalista actual se asienta en dos pilares fundamentales: la industria farmacéutica y la pornografía. En paralelo al discurso filosófico que analiza esta realidad "farmacopornográfica ", la autora relata un autoexperimento que le lleva a aplicarse testosterona.6
El Deseo Homosexual (2009).
Prólogo de René Schérer Nos hallamos ante un texto pionero de la teoría queer. Mediante una insólita relectura de El Anti-Edipo del Gilles Deleuze y Félix Guattari, Guy Hocquenghem arremete contra los estereotipados modelos de deseo sexual occidental que se derivan de la obra «canónica» de Lacan y Freud, los santos apostólicos del culto psicoanalítico. El autor también trata la relación entre el capitalismo y la sexualidad, el laberinto de la estéril de la indefectible «culpa» de no ajustarse a la heteronormatividad, la plusvalía moral que genera la privatización del ano y, en definitiva, la dinámica de las máquinas deseantes y las represalias políticas sobre las identidades fronterizas con la soberanía heterosexual. Terror anal de Beatriz Preciado constituye un diálogo radical con el relato de Hocquenghem. Supone revisitar, tras más de treinta años de lucha, las posiciones primigenias de los visionarios y reivindicar su furia, si cabe con más rabia. El ano, ese oscuro objeto del deseo, ese denostado vórtice secreto que anida en todos nosotros, amenaza constantemente con engullir los cimientos de la sociedad, regurgitarlos y conducir a la ciudadanía a una ruina moral absoluta de la que nadie podrá escapar.7
Pornotopía. Arquitectura y sexualidad en «Playboy» durante la guerra fría (2011)
Trata sobre el joven Hugh Hefner que crea la que pronto se convertiría en la revista para adultos más vendida del mundo: Playboy. Lo que el público desconoce es su pionera labor como artífice de las casas del placer: Playboy no era simplemente una revista de chicas con o sin bikini, sino un vasto proyecto arquitectónico-mediático que tenía como objetivo desplazar la casa heterosexual como núcleo de consumo y reproducción proponiendo frente a ésta nuevos espacios destinados a la producción de placer y de capital. Ésta podría ser la divisa de Playboy: si quieres cambiar a un hombre, modifica su apartamento. De la misma manera que la sociedad ilustrada creyó que la celda individual podía ser un enclave de reconstrucción del alma criminal, Playboy confió a la mansión de soltero la fabricación del nuevo hombre moderno. Este ensayo nos adentra en el archipiélago Playboy: un Disneyland para adultos hecho de mansiones, camas redondas, grutas tropicales, habitaciones temáticas, circuitos de vigilancia, piscinas transparentes, residencias de conejitas, aviones equipados con pista de baile y termas romanas... Este complejo, inspirado en las utopías sexuales revolucionarias de Sade y Ledoux, funciona como el primer burdel multimedia de la historia, una pornotopía moderna instalada en la cultura de los medios de comunicación de masas y en la arquitectura del espectáculo. El archipiélago Playboy sirve de laboratorio para estudiar las mutaciones que van desde la guerra fría hasta un capitalismo caliente cuyos medios de producción son el sexo, las drogas y la información, y donde la arquitectura funciona como un escenario en el que se teatraliza la identidad masculina.8